En el ECYD el adolescente tiene la oportunidad de encontrarse con Cristo, su mejor amigo, como alguien vivo y real que lo acompaña en todos los momentos de su vida.
Se busca preparar el corazón de los adolescentes para que descubran el valor profundo de los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Reconciliación, y que en ellos se encuentren realmente con Jesucristo quien, con su gracia, los renueva y fortalece.
Se inicia y acompaña a los adolescentes en la oración personal para que descubran la presencia de Dios en su corazón, lo escuchen, dialoguen con Él, busquen conocer su voluntad y recibir la fuerza para seguirla.