Nuestra experiencia como familia en el Club Faro ha sido desde el primer momento excepcional, y por muchos motivos. Fundamentalmente porque es un lugar de encuentro semanal para nuestros hijos adolescentes, donde refuerzan su formación desde el punto de vista espiritual y humano.
El Club, como parte del apostolado del Regnum Christi, es un lugar maravilloso para el crecimiento espiritual y personal de los niños, enriquecedor en todos los aspectos, dando a conocer a Cristo a través de las Misiones, de los campamentos, las convivencias, las actividades diarias del Club y la dirección espiritual de los padres Legionarios de Cristo.
Estamos muy agradecidos y nos sentimos familiarmente muy orgullosos de poder participar en este proyecto que nos acompaña en nuestras vidas y sobre todo en la de nuestros hijos.